Aprendizaje mixto: la integración de recursos sincrónicos y asincrónicos para potenciar la experiencia

Hoy, muchas empresas están frente a un desafío clave: formar equipos en entornos cambiantes, diversos y con ritmos diferentes. 

El aprendizaje mixto resulta especialmente valioso en contextos donde las personas necesitan autogestionar sus tiempos de capacitación y, al mismo tiempo, contar con espacios para interactuar y compartir conocimientos con otros. Sin embargo, no se trata simplemente de incorporar recursos digitales. Para que una formación combinada sea efectiva, debe ser coherente, continua y estar guiada por un referente que garantice la integración y el sentido de cada etapa.

En esta nota te contamos qué es el aprendizaje mixto, por qué es más que una “mezcla de recursos” y cómo implementarlo en tu organización sin perder el rumbo.

El aprendizaje mixto es una estrategia de formación que puede integrar instancias sincrónicas y  asincrónicas. Pero no se trata de armar una clase asincrónica, sumarle una sesión por Zoom y listo.

Lo que define al aprendizaje combinado es que haya un recorrido intencional, con objetivos claros y con un facilitador que acompañe. Cada recurso, cada interacción, cada espacio debe tener sentido dentro de un mismo trayecto.

El aprendizaje mixto funciona cuando:

  • El contenido está organizado de forma clara.
  • Hay una secuencia que conecta lo sincrónico y lo asincrónico.
  • Las personas saben qué se espera de ellas en cada momento.
  • Existe un facilitador que acompaña, coordina y ajusta según el avance.
  • Las sesiones sincrónicas se crean especialmente para el formato virtual y no son un simple traslado de lo presencial a lo virtual.

No se trata de digitalizar todo, ni de mantener lo tradicional con retoques. Se trata de diseñar una experiencia integrada y centrada en quienes aprenden.

En un trayecto mixto, el facilitador es la figura que sostiene la experiencia. Es quien:

  • Diseña el trayecto completo con una mirada pedagógica.
  • Conecta los distintos momentos y formatos.
  • Responde dudas, observa, da retroalimentación.
  • Se asegura de que nadie quede perdido en el proceso.

Sin alguien que cumpla ese rol, el aprendizaje mixto se vuelve una sucesión de actividades inconexas. Por eso, cada programa necesita un referente claro y accesible.

  1. Aula invertida: el equipo estudia contenidos online antes del encuentro sincrónico. En el encuentro se resuelven casos, se aplican conceptos y se reflexiona en grupo. El facilitador prepara ambos momentos y conecta lo aprendido.
  2. Modelo rotacional: se trabaja por estaciones: contenido asincrónico, ejercicios grupales sincrónicos, y espacios de consulta. El referente organiza el tiempo y el seguimiento.
  3. Trayecto flexible: las personas avanzan en un recorrido asincrónico a su ritmo, con fechas clave. Hay sesiones sincrónicas de apoyo. El facilitador está disponible y monitorea avances.
  4. Itinerarios opcionales: cada participante elige entre distintas rutas según su rol. El referente asegura que todas las opciones mantengan coherencia.

Puedes comenzar diseñando un piloto simple:

  • Define un objetivo concreto.
  • Elige momentos formativos que se complementen (sincrónico, asincrónico y colaborativo).
  • Asigna un facilitador con tiempo disponible.
  • Explicita el recorrido a quienes participan.
  • Evalúa lo aprendido y ajusta.

No necesitas grandes plataformas ni materiales complejos. Lo importante es tener claridad en el diseño y presencia en el acompañamiento.

Creamos una hoja de ruta que puedes usar con tu equipo para diseñar programas combinados paso a paso.

Incluye:

  • Espacios para definir el objetivo, los momentos y el hilo conductor.
  • Un apartado específico para planear el rol del facilitador.
  • Una tabla editable para organizar actividades y herramientas.

Descargá gratis la plantilla y comenzá a diseñar tu próximo modelo mixto.

Guía descargable: Plantilla para planificar un trayecto de aprendizaje mixto.

Aprendizaje mixto no es sumar herramientas. Es conectar formatos, momentos y personas. Y para eso, alguien tiene que guiar el proceso.

Si tu organización necesita formar en entornos más flexibles, el aprendizaje mixto puede ser una gran estrategia. Pero funcionará en serio cuando cada parte tenga sentido, y cuando haya alguien que sostenga esa coherencia desde el diseño hasta el cierre.

¿Ya estás pensando en tu próximo programa? Empieza con la plantilla y dale forma a un aprendizaje que realmente conecte.

¿Necesitás ayuda y asesoramiento? ¡Contactanos! 

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